En 2018 se comercializaron en Francia casi 939 millones de aparatos eléctricos y electrónicos, lo que supone 1,9 millones de toneladas.
Algunos componentes de los RAEE son peligrosos para el medio ambiente: una vez deteriorados y si no se recogen y tratan adecuadamente, pueden provocar emisiones de metales pesados, PCB u otros gases con un alto poder de calentamiento. ¿Cómo se puede optimizar su reciclaje? Este es el estudio que han realizado nuestros expertos en RSE y en análisis del ciclo de vida.